German Fact III

En realidad no es esto un German Fact general a todo el país.
Es un Fact que hace referencia a una única persona con la que he tenido la desgracia de convivir.
Un malnacido que me roba la comida.
MI comida.
Abre mi cajón de la nevera, saca mi tuper, lo calienta y se lo come.
Me ví obligada a tomar medidas desesperadas recurriendo a un triste candado de bicicleta.
Si en algún momento deja de funcionar, no os preocupéis, ya sé dónde venden laxante.



Tempestad

Me gustaba el tornado en tu mejilla cada vez que sonreías.
La espiral en tu pupila que me hacía enloquecer cada vez que me mirabas.

Me dejaba llevar por la corriente de tu voz hasta perder el control
y me encantaban las ráfagas de amor y desenfreno que despertabas con tu aliento, formando un torbellino entre mis sábanas.

Y yo.
Y yo.

Yo, que era un vendaval, un ciclón, una tempestad cuando te acercabas.

Yo que transformaba todo mi ser para fundirme junto a ti en una amalgama de tequieros y abrázames.

Yo, que enloquecí junto a ti y me producía urticaria cada segundo sin tu piel.

Tú, con remolinos en tus dedos acariciando mi espalda.
Tú y la vorágine con la que empapelaste mi vida.

Tú. Arrastrando contigo el último ápice de mi cordura.

Y yo mientras tanto, ajena, entreteniendo mis horas muertas jugando con tus labios.