Tempestad

Me gustaba el tornado en tu mejilla cada vez que sonreías.
La espiral en tu pupila que me hacía enloquecer cada vez que me mirabas.

Me dejaba llevar por la corriente de tu voz hasta perder el control
y me encantaban las ráfagas de amor y desenfreno que despertabas con tu aliento, formando un torbellino entre mis sábanas.

Y yo.
Y yo.

Yo, que era un vendaval, un ciclón, una tempestad cuando te acercabas.

Yo que transformaba todo mi ser para fundirme junto a ti en una amalgama de tequieros y abrázames.

Yo, que enloquecí junto a ti y me producía urticaria cada segundo sin tu piel.

Tú, con remolinos en tus dedos acariciando mi espalda.
Tú y la vorágine con la que empapelaste mi vida.

Tú. Arrastrando contigo el último ápice de mi cordura.

Y yo mientras tanto, ajena, entreteniendo mis horas muertas jugando con tus labios.

7 comentarios:

Yopopolin dijo...

aaaay! qué guay que lunita lunera este de vueta con sus letritas!!! esta vez de amor y caricias.. so beautiful!!!! :)

P.D: creo que soy yo el que te debe un mail...

Clementine dijo...

Y volviendo a lo grande.
Que preciosidad de palabras :)

Sí, la foto de mi cabecera es nueva así que acertaste! Es de la película Mr. Nobody, recomendadisima.

Feliz año bonita, y no abandones tanto tiempo el blog!

dEsoRdeN dijo...

La melancolía es muy puta, chantajista y traicionera...

X dijo...

Remolinos, remolinos...

[ Gracias por tus amabilísimas palabras. Y por volver, en general. Que te dejas ver poco.;-) ]

Anónimo dijo...

Que preciosidad de palabras!
Besitos!

Matias Freijedo dijo...

Hola, pasaba a retribuir el gesto. Gracias por visitar mi blog. Saludos!

Extrema dijo...

No creo que haya entretenimiento mejor que ese. Al menos, es el que yo prefiero.