perdón.

Tus besos me saben a los mil demonios que se alojan en tu esófago, que clavan sus uñas en tus entrañas y sacuden mis intestinos cada vez que, a través de ellos, me llegan tus alientos.

Y los pájaros que una vez llenaron mi cabeza le sacan los ojos y el alma a todas las ideas bonitas que un día poblaron el cielo de lo nuestro. Vuelan como aves carroñeras a su alrededor, hurgando hasta lo más hondo de la cuenca de sus ojos para llegar allí donde se aloja el dolor y picotearlo intensamente.

Las mariposas de mi estómago, que creyeron ser capaces de hacerme volar, de subirme tan alto como para ver el mundo entero bajo mis pies y los tuyos, ahora se han convertido en polillas feas y peludas que no se mueven de las paredes de mi interior, cubriéndolo todo de un marrón rancio y sin vida.

Y el segundero de mi reloj se ha oxidado desde que dejó de contar los instantes para volverte a ver y empezó a llevar la cuenta de las horas malgastadas a tu lado, que fueron tantas, tantísimas que el calendario se ha vuelto loco y se ha parado para siempre en el mes más frío del año.

El corazón ha perdido su función y ha dejado de latir emocionado al ir junto a ti. Ha perdido su fuerza como un globo lleno de helio que, después de la fiesta, se cae a tus pies para que lo pisotees cuando te vas. Después de ser manoseado y magullado por patadas y reveses, tú aciertas a dar el golpe más certero que termina con él de una vez por todas. Y tu felicidad empieza a desvanecerse, dejando de ser el reflejo de la mía para empezar a ser el reflejo de mi rabia y mi odio.

Porque tu mundo sólo tiene sitio para ti.

…y todo lo que te quise, ahora se llame desamor.



** Batallas y Momentos

6 comentarios:

Óscar Sejas dijo...

Que te puedo decir...

Del amor al odio solo hay un paso. Es triste que cuando algo ha sido bonito de la noche a la mañana se convierta en todo lo contrario, son cosas que por más vueltas que le doy no encuentro explicación, quizás no la tengan...

Hay que quedarse con lo bonito, dibujar un cuadro de todo lo que fue y empezar de cero intentando no pisotear las flores...

Me has dejado sin palabras y pensativo.

Abrazos.

Balagar dijo...

No me gusta verte así; pero supongo que toda la amargura y el resentimiento del desamor es necesaria para poder decir adiós definitivamente a alguien que has amado. Es la única manera de romper con el pasado para siempre; una simple cuestión de equilibrio mental. Lamento que tu estado de ánimo te empuje hacia estos parajes tristes y desolados; pero sé que como todo en esta vida esta etapa tan gris solamente va a ser algo pasajero, así que esperaré con más ganas aún si cabe momentos tan gloriosos como los de Febrero. Un abrazo.

Aprilis dijo...

Jo*er pequeña! No se como lo has hecho, pero has convertido que mi cuarto, con toda la luz que tenia se quedase negro, embotado y frio. Me has dejado mal, mal, mal... eso es buenisima señal.

Como dije, la blogosfera esta contenta de volver A VER por aqui :-)

Un abrazo Luna Turka ;-) !

Yopopolin dijo...

Ay, Lunita, que te voy a contar ya que no sepan tus entrañas, esófago, estómago, y demás casquería... ¡¡que escribes con todo eso y también con el corazón!! Háztelo mirar, porque to creo que bien podrías sacar un libro con todos estos versos tan desgarradores y arrebatadoramente geniales!

Por lo demás, ¿todo bien? Espero que los versos no se traduzcan en tu vida real, al menos no de ese modo...

Sí, vuelvo!! No sé por cuanto tiempo... :)
besitoss!!

Unknown dijo...

Escribir desde las entrañas de uno mismo para atravesar las barreras espacio-temporales de cualquiera que se atreva a leerlo. Se atreva porque no te deja impasible, te toca y te incomoda cuando hablas de
aves carroñeras, de cuencas de los ojos, de polillas, de lo rancio y sin vida. ¿Qué hay más visceral que hablar de la vida y la muerte de los sentimientos?
Me hace pensar en el concepto "Das Unheimliche" del que hablaban Schelling y Freud. Lo siniestro que subyace en lo idílico y normal. De hecho, es curioso, porque la misma palabra contiene dos expresiones antónimas a su vez: heimlich (lo familiar, agradable) y unheimlich (lo que permanece oculto y reprimido entre lo familiar). Al hablar del amor-odio hay algo de ello, y cuando tú mencionas el globo de helio y lo comparas con la arritmia cardíaca, cuando nombras los besos, la felicidad y el querer, me vuelven las imágenes del pájaro carroñero, el vacío, la muerte, la nada.
Imagino que cuando uno escribe eso es consciente del valor que tienen estas palabras, estas ideas, escogidas sobre el conjunto del texto pero al releerlas te das cuenta de que adquieren un valor más poderoso.

En cualquier caso, de todo lo que vivimos no puede quedar nada porque todo aquello vivido felizmente conserva un halo de vida más poderoso que el odio y la rabia.

Un besín!
(Bien podrías tomarte este comentario como una compensación del vídeo cutre de Mercadona y la chica del pan jaja)

Verónica dijo...

a veces necesitamos tocar fondo para ver lo que realmente queremos y como lo queremos.

besos