A mí, que las pausas se me van de las manos.
Que alargo mis descansos más que un intermedio
de la 3.
Que los reencuentros me saben a calor y sal.
¿Y si vuelvo? ¿Y si vuelvo y te revuelvo las
entrañas?
¿Y si desnuco mis ausencias y me tiro a la
deriva?
¿Y si nado entre tus vísceras para llegar
hasta tu alma?
Y que duela si tiene que doler.
Que nos atropelle, que nos lastime, que nos
mutile.
Que nos muerda.
A los dos. A ti, y a mí.
7 comentarios:
Qué explosión. Genial. Me quedo. Y punto.
Tu blog está envuelto de un misterio cautivador. Y lo que escribes es para querer quedarse a descubirlo :)
Muy genial.
Vérsame en tu boca
A ver que yo me entere, resulta que te pasas años sin aparecer y cuando apareces yo desaparezco. No hacemos carrera de nuestra historia, no la hacemos ;-)
Ya se me había hasta olvidado lo buen puñetazo en el estómago que resultan tus letras y a fin de cuentas, sólo los puñetazos literarios son los que me sacan del abismo de apatía.
Así que, suscribo tus palabras: "que duela si tiene que doler" pero sigue escribiendo a menudo, haz el favor.
Magistral. Desnucando la ausencia, flotando en la ingravidez que provoca su recuerdo a la deriva, diciendo adiós con los ojos y los labios... me encanta. Que duela. Tiene que doler. Si no duele no es que no tiene sentido.
Un beso. Estos días más que nunca. No dejes de venir por aquí. Nos viene bien a todos...
ojalá sea la vuelta definitiva... :)
Los dos últimos párrafos: MAGIA.
Eso, que nos muerda...
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